Luis García Montero

El regalo que nos traía Vallecas Todo Cultura el doce de abril al IES Madrid Sur, fue una historia de esas que se recuerdan siempre.

Luis García Montero en el espacio y en el tiempo presente, fuera de los libros y de los poemas, fuera de las lecciones de literatura.

Un salón en el que miradas atentísimas, entregadas a su voz, se movían sobre la quietud de un mar humano. Sillas tan quietas que parecían clavadas al suelo. Un maravilloso sueño observar, desde mi posición, cómo un cuadro increíble vivía durante dos horas ante mí.

El encuentro les atrapó desde el primer instante. De pie, con solo dos poemas y explicaciones directas y clarísimas, dedicadas a los que allí solo éramos aprendices, contó una historia de sus historias, la historia de sus palabras, de cómo se fueron fraguando con Lorca cuando era un niño, de cómo nacieron en él siendo otra cosa.

Y se emocionó cuando leyeron y recitaron , algunos de memoria, versos de los más queridos, como después confesó. El trabajo de sus profesores se vio infinitamente recompensado. Lo hicieron de verdad, y eso se sintió cada vez que se ponían en pie como olas acercando el poema desde todos los puntos de ese mar de ojos.

Y después las preguntas. El diálogo aún seguiría si hubiera sido posible, porque la generosidad de Luis García Montero hizo que esas dos horas fueran un tiempo tan veloz como el presente. Todas las manos que se alzaban tenían preguntas interesantes e interesadas y las respuestas hacían nacer manos al aire y todo, aún sigue el milagro, en un respetuoso silencio, para que nadie perdiera una palabra.

Les contestó con honestidad ,les habló de valores. Amable y auténtico, claramente con vocación de enseñar lo que sabe , no solo de prosodia, sino del valor de la vida.

Y todo aquí, en el Madrid Sur. Nuestro poema de la experiencia en Vallecas.

Gracias, Luis García Montero.

Elvira García Vicente, profesora del Departamento de Filosofía.