El calendario Madrid Sur lee 2018 nos ofrece, a modo de santoral, para cada fecha el nombre de un escritor o escritora. Sa trata de una invitación a indagar en sus vidas y sus obras. Por eso, en este blog, recogeremos cada mes a uno de ellos. En este de enero, lo hacemos con Concepción Arenal, una de las mujeres más significativas del siglo XIX español. Su biografía es la de una vida de dedicación a los más necesitados; los pobres, los enfermos, los presos, las mujeres.
Nacida en Ferrol el 31 de enero de 1820, heredó de su padre - muerto en 1829 - el espíritu liberal.
Cuando, unos años más tarde, la familia se instala en Madrid, en plena efervescencia del Romanticismo, Concepción es una muchacha rebelde a la que la educación que recibe en un colegio de señoritas le parece "el arte de perder el tiempo" y discute por ello con su madre pues desea, además, ir a la universidad.
Fallecida la madre en 1841, Concepción Arenal se convirtió entre 1842 y 1844 en la primera mujer española en asistir a clases de Derecho en la universidad; lo hizo como oyente y vestida de hombre pues estaba prohibido que las mujeres se matriculasen como alumnas universitarias. Faltaban entonces varias décadas hasta que se autorizase - en 1881 -, siempre tras el estudio de cada caso individual, la presencia de alumnas en las aulas universitarias españolas. En aquellas clases debió conocer al que sería su marido, Fernando García Carrasco, con el que se casó en 1848. Este matrimonio permitió a Concepción dar cauce a sus inquietudes pues Fernando compartía sus ideas liberales.
En esos años de matrimonio escribió poesía, teatro, una novela - Historia de un corazón (1850) - hoy perdida, y en 1854 publicó sus conocidas Fábulas en verso. Además colaboró, junto con su marido, en el periódico La Iberia.
Tras la muerte del esposo, en 1857, Concepción Arenal centró su trabajo en sus preocupaciones benéficas; La beneficencia, la filantropía y la caridad (1860) repasa la historia de la beneficencia en España desde los tiempos de los romanos, escribió luego el Manual del visitador del pobre, para las Conferencias de San Vicente Paul.
En 1870 fundó el periódico La voz de la caridad con la intención de denunciar las inmoralidades cometidas en los ámbitos de la beneficencia y de las prisiones. Con diversos donativos que recibieron Concepción Arenal y su amiga la condesa de Mina fundaron la Constructora Benéfica dedicada a construir viviendas para obreros. En estos años fue también muy activa la colaboración de Concepción con la Cruz Roja y dirigió el Hospital de Sangre de Miranda de Ebro durante la tercera guerra carlista.
Su preocupación por los pobres la llevó a la preocupación por los presos y, tras ser nombrada Visitadora de prisiones de mujeres, escribió en 1864 Cartas a los delincuentes, obra en la que se sumó a las propuestas krausistas de reforma del Código Penal y provocó su cese en el cargo de Visitadora. Tras la revolución de septiembre de 1968, Concepción Arenal ocupó el cargo de Inspectora de casas de corrección de mujeres hasta 1873 y desarrolló una importante labor como penalista, que se extendería el resto de su vida en distintas obras, como el Manual del visitador del preso (1891) y que nos dejo para siempre sentencias de todos conocidas:
Odia el delito y compadece al delincuente.
No puede separarse la pena de la manera de cumplirla.
Sin embargo, su obra jurídica no acaba en el ámbito penal pues abordó también el Derecho Internacional con su Ensayo sobre el derecho de gentes (1879).
Concepción Arenal mantuvo una firme amistad con los más importantes krausistas; Francisco Giner de los Ríos, Gumersindo de Azcárate, Fernando de Castro. De esta amistad nació su preocupación por la educación que la llevó a publicar La instrucción del pueblo, en 1878, con motivo del concurso de la Academia de Ciencias Morales y Políticas , sobre el tema "La primera enseñanza. ¿Debería ser obligatoria?. ¿Debería ser gratuita?. Medios más eficaces para obtener el cumplimiento de aquel deber por las familias".
El citado Fernando de Castro, sacerdote krausista que presidiera la Sociedad Abolicionista, llegó al cargo de rector de la Universidad Central de Madrid en 1869, desde el que puso en marcha distintas iniciativas, en las que Concepción Arenal participó, centradas en la educación de la mujer. Ya en 1861 Concepción Arenal había escrito, aunque no se publicaría hasta 1868, una de sus obras capitales: La mujer del porvenir, a la que seguiría en 1881 La mujer de su casa, Estado actual de la mujer en España (18849 y La educación de la mujer (1892). Estas obras son fundamento del feminismo español y se centran en el acceso de la mujer a la educación como vía hacia la igualdad y la dignidad, en la reivindicación de derechos civiles, no de derechos políticos.
Si consideramos que pronto se cumplirá el segundo centenario de su nacimiento, comprenderemos fácilmente que la de Concepción Arenal fue una vida pionera, intensa y valiente, de dedicación a los demás, insólita para una mujer de su tiempo. Su extensa obra, siempre de un estilo claro y comprensible, se ocupó de defender a los más necesitados y denunciar las injusticias. Su figura, pues, no está hoy suficientemente valorada: fue una penalista imprescindible y fue también la primera mujer española, y una de las primeras del mundo, en defender los derechos de la mujer. Siempre, claro, dentro de los límites de su época: Concepción Arenal no defendió, por ejemplo, el voto de la mujer. Sólo desde el desconocimiento de su vida y de su tiempo - el de una España con un escaso desarrollo industrial y de la clase media en el que, por consiguiente, no se desarrolló ningún movimiento sufragista semejante al de naciones como Inglaterra o Estados Unidos - puede reprochársele.
El 4 de febrero de 1893 murió en Vigo Concepción Arenal. Su entierro fue uno de los más multitudinarios de la historia de la ciudad y los homenajes a su figura se sucedieron en toda España. En el epitafio de su tumba podemos leer:
A Concepción Arenal dedicó Televisión Española en 1995 uno de los capítulos de la serie Mujeres en la historia y, más recientemente, en 2014 la película Concepción Arenal, la visitadora de cárceles.A la virtud, a una vida, a la ciencia.
Autora del mes: Concepción Arenal
Reviewed by Vicente de Santiago Mulas
on
31.1.18
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