Autor del mes: Charles Dickens

Robert Williams Buss, El sueño de Dickens (1875).

Aunque nació en Portsmouth el 7 de febrero de 1812, Charles Dickens creció en Londres y tuvo que enfrentarse allí a las dificultades de ser un niño pobre. Su padre fue encarcelado por deudas y con doce años el pequeño Charles comenzó a trabajar diez horas diarias en una fábrica. A pesar de sus escasa formación - tan sólo había aprendido a leer y a escribir - su inteligencia despierta le permitió abrirse camino en el mundo de la abogacía, principalmente como taquígrafo. Su conocimiento del derecho se reflejará en toda su obra; juicios, embargos, instrucciones y herencias serán elementos recurrentes en sus tramas. Ningún autor ha reflejado como Dickens el crisol social y moral que eran los juzgados londinenses de Old Bailey.

El salto al periodismo le permitió comenzar a destacar como escritor, primero de crónicas pero pronto de relatos y novelas por entregas. Se casó con el dinero que recibió por las primeras de Los papeles póstumos del Club Pickwick. En seguida llegaron otros éxitos, que le permitieron viajar por Europa y EEUU, seguir escribiendo y vivir desahogadamente.

En la época no era posible divorciarse, pero Dickens y su esposa se separaron tras veinte años de matrimonio y diez hijos en común. Fueron años difíciles en los que recibió el apoyo del también escritor Wilkie Collins, con quien mantuvo hasta el fin de su vida una amistad vibrante y una estrecha colaboración literaria.

En sus últimos años vivió una nueva relación amorosa y continuó escribiendo frenéticamente hasta su muerte en 1870.

Dickens fue pionero en denunciar la explotación infantil, las desigualdades sociales y el desamparo de los más desfavorecidos. Fue maestro en la descripción de la mezquindad y la violencia, pero también en la creación de personajes generosos y valientes, capaces de sacrificios sublimes. Oliver Twist, David Copperfield, Cuento de Navidad, Grandes Esperanzas o Historias de dos ciudades son algunos de sus títulos más célebres.

Sus obras continúan siendo fuente de inspiración para escritores, cineastas y publicistas, y algunas de ellas se encuentran entre las más versionadas de la historia de la Literatura. Dickens sigue emocionándonos doscientos años después.
Os dejamos el enlace al Museo de Charles Dickens y este reportaje de RTVE: