Reseñas de: La hija del comunista

Os dejamos aquí dos reseñas de La hija de comunista de Aroa Moreno Durán  - que nos visitó recientemente -escritas, respectivamente, por los alumnos de 1º de bachillerato, Jorge de Miguel y Eva Izquierdo:

La hija del comunista es el título de la primera novela de Aroa Moreno Durán. Moreno Durán, que es periodista, antes de su primera novela había publicado libros de poemas y biografías sobre Frida Kahlo y García Lorca. La hija del comunista, editada por Caballo de Troya, ha sido galardonada con el Premio El Ojo Crítico de Narrativa 2017 y ha recibido críticas muy positivas.

La obra se nos presenta en primera persona en boca de Katia, hija de españoles exiliados en el Berlín oriental. La figura de su madre representa una total nostalgia por España y su cultura, al mismo tiempo que su padre intenta inculcar en Katia y su hermana los valores soviéticos.

La historia se va desenvolviendo mientras Katia nos expone diferentes momentos de la vida en el Berlín dividido. Momentos que pueden parecer relativamente mundanos durante la niñez y la adolescencia de la muchacha; el duro invierno, las dificultades de la situación política y social, otros más personales como su primer encuentro amoroso, una situación familiar complicada y el desconocimiento general sobre el pasado de su familia.

No es hasta que conoce a Johannes que Katia empieza a romper su barrera emocional con el lector, y entonces comenzamos a entender los sentimientos y los problemas que está sufriendo. Katia decide dejarlo todo y fugarse con este chico. Llegan incluso a tener hijos, pero no consigue encontrarse en su nueva vida, en su nuevo papel de madre y esposa en la Alemania Occidental, pero tampoco es bien recibida por su familia de nuevo tras regresar. Aquí es donde conseguí darme cuenta del principal problema con el que la protagonista está en constante lucha, el desarraigo, el choque cultural. La situación espacial de la historia funciona muy bien como metáfora de lo que está pasando también dentro de la cabeza de la protagonista. Un constante bloqueo, un muro que le impide encontrar su sitio y echar raíces. Pero los muros físicos como el de Berlín se acaban derribando, los muros como el de Katia no son tan fáciles de tumbar. Y en eso se centra la historia esencialmente, la búsqueda de la herramienta que le permita tirar el muro que le bloquea psicológicamente, pero que se ve frustrada por toda la situación social y política, por el desconocimiento y la ausencia de un sentimiento de pertenencia a una cultura.

Literariamente, uno de los rasgos que más me ha llamado la atención es la forma en la que la novela está escrita. Frases cortas que hacen gran uso de la metáfora y que por momentos pueden sonar muy poéticas.

En general es una obra que recomiendo mucho en especial a la gente interesada en este periodo histórico. Aunque es cierto que la novela no relata excesiva información histórica, es un libro con el que las personas informadas sobre estos acontecimientos históricos se pueden sentir muy inmersas y transportadas.

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La hija del comunista es la primera novela de Aroa Moreno Durán y fue publicada en 2017. Narra la historia de una familia cuya vida quedó marcada por el muro de Berlín.

El muro se construyó en 1961 con la intención de aislar el sector occidental de Berlín y evitar que los ciudadanos de la República Democrática de Alemania pudieran huir del país y pasar con entera libertad a la República Federal. Hasta su caída el 9 de noviembre de 1989 fueron miles las personas que murieron intentando cruzar el muro - o las fronteras de la RDA por cualquier otro punto -.

Es increíble cómo vivir a un lado u otro de una ciudad puede cambiar tu vida de forma tan radical. Lo vemos en Katia, la protagonista, que crece, junto a su familia, rodeada de secretos y preguntas cuyas respuestas Katia tardó mucho tiempo en descubrir. Katia, siempre cuidadosa, siempre de puntillas haciendo caso a todo lo que la ordenasen, finalmente acabó desviándose de lo que el futuro tenía previsto para ella y tomó otro camino. Ese camino, comprometido por un deseo impaciente, una decisión improvisada y con tremendas consecuencias, de las que poco le sirve arrepentirse después, el tipo de decisiones en las cuales, te pasas el resto de tu vida preguntándote si valió la pena, todo por…¿Por amor quizá? Puede, la verdad es que creo que lo que la movía era el objetivo de pertenecer a un lugar: ella, alemana, criada al estilo soviético e hija de una familia con costumbres españolas, nunca llegó a sentirse a gusto. Acabó carcomida por la culpa y el peso de una larga vida gris sin final feliz.

Y piensas; qué egoísta fue, ella se lo buscó, pero… ¿Acaso no hubiese hecho yo lo mismo en su situación? Que fácil puede ser juzgar al principio, lo difícil es saber que Johannes solo fue la punta del iceberg, que Katia vivía sin vivir, y sentía sus alas cortadas. Tomar la decisión que tomó, puede que no fuera lo más adecuado, y es verdad que sólo pensó en ella. La movió el pensamiento de creer que lo que la esperaba al otro lado del muro era mejor. ¿Verdaderamente lo era?
Creces junto con Katia, un año suyo, una reflexión tuya. Sufres y lloras sus desgracias, las de una chica sin suerte, que creció en un tiempo miserable.

La autora nos hace reflexionar sobre el pasado, nos hace ponernos en la situación de la protagonista, y eso pone los pelos de punta. Imaginar que todo esto pasó hace no más de unas cuantas décadas es desgarrador, sin duda una novela para recordar. Sin duda, una novela sencilla y tierna con una gran historia, y mucho en lo que pensar contada de una manera fluida y entretenida.